¿ QUÉ ES LA CELIAQUÍA ?


    La celiaquia o enfermedad celiaca se es un trastorno del sistema inmunológico ocasionado por una intolerancia al gluten.  Gluten es el nombre general de las proteínas que se encuentran en el trigo, centeno, cebada y otros cereales derivados.
    Cuando se padece la enfermedad celíaca, el gluten daña las vellosidades en el intestino delgado,  cuya función es absorber los nutrientes de los alimentos. Cuando estas vellosidades sufren cualquier daño, el cuerpo no puede absorber los nutrientes que necesita para desarrollarse.
    Los síntomas de la celiaquía, pueden darse en todo el organismo porque es una enfermedad multisistémica , algunos están van desde los síntomas digestivos más clásicos que se manifiestan normalmente en niños, hasta celiaquía asintomática o manifestaciones extradigestivas  de lo más variados, que se dan más habitualmente en adultos.  
    La celiaquía es considerada “enfermedad camaleónica” debido a sus múltiples y variados síntomas, y de ahí que muchas veces el diagnóstico  sea complicado y llegue tarde. Los síntomas pueden aparecer en cualquier momento de la vida, en bebés, durante la adolescencia o en edad adulta; en los primeros, pueden ir desde dolor abdominal, aftas bucales, dermatitis atopica, anemia ferropénica a vómitos, nauseas y alteraciones del crecimiento. En la adolescencia se presentan como dolor abdominal junto con episodios de diarrea y/ o estreñimiento, baja talla, problemas en la piel, retraso de la primera menstruación o anemia ferropénica
    Algunos de los síntomas comunes que pueden aparecer en edad adulta, también aparecen en otras etapas de la vida, como son las digestiones pesadas con hinchazón, las diarreas con episodios de estreñimiento, la anemia ferropénica… Pero nos encontramos con que la celiaquía puede afectar a cualquier órgano y ocasionar daños mucho más allá del aparato digestivo:
    La celiaquía tiene manifestaciones cutáneas que van desde una posible psoriasis a una dermatitis herpetiforme, pasando por cabello y uñas débiles, entre otros muchos.  Síntomas ginecológicos,  abortos de repetición asociados a la celiaquía, infertilidad tanto masculina como femenina, reglas irregulares, aparición temprana de la menopausia, etc…….. Trastornos neurológicos, problemas en huesos y articulaciones como osteoporosis, también pueden estar relacionados con una celiaquía sin diagnosticar.
    La celiaquía es una enfermedad autoinmune y por eso puede guardar relación con otras muchas enfermedades autoinmunes como la diabetes Tipo I, la hepatitis autoinmune, el hipotiroidismo de Hashimoto, etc. Muchas veces aparecen antes estas enfermedades autoinmunes y después se descubre que hay una celiaquía que probablemente haya sido la que ha dado lugar a las otras enfermedades. En caso de confirmarse el diagnóstico a través de las correspondientes pruebas de diagnóstico, deberemos comenzar a realizar una dieta sin gluten estricta y de por vida teniendo en cuenta la importancia de no transgredir nunca la dieta y de basarla en alimentos sin gluten. Las consecuencias de saltarse la dieta sin gluten, pueden ser graves a largo plazo, llegando incluso a ocasionar un linfoma intestinal asociado a la celiaquía asociadas.

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