UN POCO DE MI
Mi nombre es Ana Fernández, soy farmacéutica, tengo 34 años y vivo en la ciudad que es soñada por filósofos, poetas y escritores, aquella que cada noche duerme bajo el manto blanco de Sierra Nevada y que tras siglos de historia, aún la llaman la Ciudad Nazarí, mi tierra es la hermosa y bella Granada.
Me encanta viajar, salir de tapas con mi gente, conocer ambientes nuevos, ciudades distintas, la cultura gastronómica de los países que recorro, pero ahí viene el problema, soy el bicho raro de la pandilla...........como bien he dicho tengo 34 años y desde los 30 soy CELIACA.
Desde mucho tiempo atrás tenia digestiones pesadas, me caían mal casi todos los alimentos, me salían por todo el cuerpo pequeñas pintitas que picaban bastante, por lo que por mí misma me fui quitando alimentos, los fritos, y cosas que pensaba que no me hacían bien, hasta que un día me puse muy mal y me diagnosticaron la celiaquía..........un MUNDO nuevo se abría ante mí por descubrir.
Estoy enamorada de los animales, tengo 2 gatos y 3 perros, aunque he llegado a tener 4 perros y 4 gatos, 2 conejos......en fin, los adoro, son los únicos seres de la madre tierra que no tiene maldad y que te dan todo de ellos a cambio de nada...............Soy VEGETARIANA, ya os contaré más adelante cuál fue el detonante que me impulsó a dar ese paso.
Llevo mucho tiempo planteándome hacer este blog, puesto que ser celiaca ya es un problema cuando comes fuera de casa pero si ya encima dices que además eres vegetariana.......la cara de la gente se transforma y te pregunta........¿ Y TÚ QUE COMES?, ¿ DE DÓNDE SACAS LAS PROTEÍNAS?, o te dicen.........TE VA A DAR ANEMIA, LOS SERES HUMANOS ESTAMOS HECHOS PARA COMER CARNE, ES LA EVOLUCIÓN HUMANA......
Pues yo ni tengo anemia, ni me faltan proteínas y estoy mas sana que una manzana, por eso, la finalidad de este blog es, poder mostrar que se puede comer, cocinar y viajar siendo celiaca y vegetariana y que se puede vivir en un mundo donde cese el maltrato a los animales. Espero que os guste, que resolváis dudas, que disfrutéis leyéndolo tanto como yo haciéndolo y que si necesitáis algo, os pongáis en contacto conmigo, estaré encantada de hablar con todos vosotr@s. Un beso enorme!!!!!!
Os dije que iba a explicaros mi salto a la alimentación vegetariana, pues bien, allá voy. Como bien os comenté soy una enamorada de los animales, he llegado a tener en casa 4 conejos, 4 gatos, perritos.....en fin pero no fue hasta que tuve a London que me planteé todo esto, London era un san bernardo precioso, era el cachorro más bonito que había visto nunca, lo recogí de un cortijo a través de un aviso de una protectora de Granada, Rescate Animal, no pude dejarlo allí. En casa era un trastillo, se comía mis zapatos, mi ropa interior, pero era incapaz de regañarle mas de dos veces seguidas, me daba la risa, me miraba con sus ojitos almendrados de yo no roto un plato y terminaba riéndome. Sólo lo llamaba London cuando le reñía, el resto del tiempo era Chenchito, en alusión a la famosa película española "La gran Familia", eran tan silencioso de pequeño que no escuchaba cuando se cambiaba de habitación para dormir, por lo que un día cuando fui a cogerlo de donde pensaba que estaba durmiendo no lo encontré, se había ido a otro lado a dormir y fue entonces, una vez supe donde estaba, cuando hice la broma de llamarlo Chencho, igual que la famosa escena en la Gran Via de Madrid de la citada película y al final se quedó con ese apodo cariñoso.
Mi gordito fue creciendo, cada vez era más grande, más guapo, le encantaba montar en coche y visitar al resto de sus hermanos en casa de mi madre, era feliz en el campo, en la playa, jugando, bailando conmigo.......hasta que un día se puso malito, el diagnóstico fue el peor posible, un problema congénito había hecho que sus riñones no se formasen a la par que él crecía y la única solución que me daban era dormirlo para siempre. Yo luché como pude, me lo llevé a la Universidad de Córdoba, a otros veterinarios y al final encontré a uno que me dio un pequeño rayito de luz, me acuerdo que me dijo, " no lo vamos a dormir, lo vas a cuidar con comida especial, medicación y revisiones. Es cierto que analiticamente está muy mal, pero anímicamente es un perro feliz, vamos a darle una oportunidad"
Y eso hicimos, mi hermana, mi pareja y yo nos encargábamos de él de noche y de día, sin separarnos ni un momento de su lado, hasta que dos meses después de aquello tuve que decirle adiós de la manera más dolorosa, tuve que dejarlo ir con apenas un año y un mes.
Todo esto me removió tanto, comprendí que tienen las mismas enfermedades que nosotros, que sienten igual que un humano, que son felices, se ponen tristes, que un animal no difiere de un humano más que en el andar y que no tenía porqué alimentarme de un igual a mí, que hay muchos recursos para ello y desde ese día soy vegetariana y mucho más feliz.
Hasta ayer tenía 3 perros más y 2 gatitos, ayer la vida quiso quitarme a mi Boston de golpe, sin avisar, tenía 9 años. Son golpes muy duros, ellos se llevan parte de mi corazón y de mi vida, y aunque sé que siempre estarán conmigo, no se puede explicar el dolor y el vacío que se siente cuando se van, es como si te arrancaran una parte de ti, aún estoy en shock, sé que con el tiempo lo recordaré igual que a mi Chenchito, con una sonrisa en la cara, pero mientras ese instante llega la vida se me presenta muy cuesta arriba.
Os dije que iba a explicaros mi salto a la alimentación vegetariana, pues bien, allá voy. Como bien os comenté soy una enamorada de los animales, he llegado a tener en casa 4 conejos, 4 gatos, perritos.....en fin pero no fue hasta que tuve a London que me planteé todo esto, London era un san bernardo precioso, era el cachorro más bonito que había visto nunca, lo recogí de un cortijo a través de un aviso de una protectora de Granada, Rescate Animal, no pude dejarlo allí. En casa era un trastillo, se comía mis zapatos, mi ropa interior, pero era incapaz de regañarle mas de dos veces seguidas, me daba la risa, me miraba con sus ojitos almendrados de yo no roto un plato y terminaba riéndome. Sólo lo llamaba London cuando le reñía, el resto del tiempo era Chenchito, en alusión a la famosa película española "La gran Familia", eran tan silencioso de pequeño que no escuchaba cuando se cambiaba de habitación para dormir, por lo que un día cuando fui a cogerlo de donde pensaba que estaba durmiendo no lo encontré, se había ido a otro lado a dormir y fue entonces, una vez supe donde estaba, cuando hice la broma de llamarlo Chencho, igual que la famosa escena en la Gran Via de Madrid de la citada película y al final se quedó con ese apodo cariñoso.
Mi gordito fue creciendo, cada vez era más grande, más guapo, le encantaba montar en coche y visitar al resto de sus hermanos en casa de mi madre, era feliz en el campo, en la playa, jugando, bailando conmigo.......hasta que un día se puso malito, el diagnóstico fue el peor posible, un problema congénito había hecho que sus riñones no se formasen a la par que él crecía y la única solución que me daban era dormirlo para siempre. Yo luché como pude, me lo llevé a la Universidad de Córdoba, a otros veterinarios y al final encontré a uno que me dio un pequeño rayito de luz, me acuerdo que me dijo, " no lo vamos a dormir, lo vas a cuidar con comida especial, medicación y revisiones. Es cierto que analiticamente está muy mal, pero anímicamente es un perro feliz, vamos a darle una oportunidad"
Y eso hicimos, mi hermana, mi pareja y yo nos encargábamos de él de noche y de día, sin separarnos ni un momento de su lado, hasta que dos meses después de aquello tuve que decirle adiós de la manera más dolorosa, tuve que dejarlo ir con apenas un año y un mes.
Todo esto me removió tanto, comprendí que tienen las mismas enfermedades que nosotros, que sienten igual que un humano, que son felices, se ponen tristes, que un animal no difiere de un humano más que en el andar y que no tenía porqué alimentarme de un igual a mí, que hay muchos recursos para ello y desde ese día soy vegetariana y mucho más feliz.
Hasta ayer tenía 3 perros más y 2 gatitos, ayer la vida quiso quitarme a mi Boston de golpe, sin avisar, tenía 9 años. Son golpes muy duros, ellos se llevan parte de mi corazón y de mi vida, y aunque sé que siempre estarán conmigo, no se puede explicar el dolor y el vacío que se siente cuando se van, es como si te arrancaran una parte de ti, aún estoy en shock, sé que con el tiempo lo recordaré igual que a mi Chenchito, con una sonrisa en la cara, pero mientras ese instante llega la vida se me presenta muy cuesta arriba.
 |
| LONDON |
 |
| BOSTON |
Comentarios
Publicar un comentario